Liderando el cambio

2018-06-14

Todos estamos siendo  testigos y actores al mismo tiempo de una gran revolución y lo que  nos tiene más asombrados es la velocidad a la que se están produciendo esos cambios esenciales en la forma en la que vivimos, nos relacionamos y en los modelos de negocio que parecían establecidos.

 

La Transformación Digital es un tema clave en la agenda de los comités de dirección de todas las organizaciones. El  impacto social y empresarial de algunas tecnologías nuevas no ha hecho más que empezar y es importante que prestemos mucha atención.

 

Ya sabíamos que la unión de las personas, de su talento y de la tecnología iba a multiplicar las oportunidades y las posibilidades, como así está ocurriendo. Según el Foro Económico Mundial estamos viviendo la cuarta revolución industrial

 

Machine learning, robótica, vehículos autónomos, impresión en 3D, computación cuántica, RTA y RTD, cyber seguridad, nanotecnología o internet de las cosas, son algunas de las  tecnologías que han ido apareciendo y sabemos que ya se están usando, pero basta mirar a nuestro alrededor para entender que su penetración es casi irrelevante, muy lejos aún de llegar a la mayoría de la población por lo que resulta difícil medir todo el tremendo impacto que podrían llegar a tener en la manera en la que hoy entendemos el mundo.

 

¿Y quiénes están liderando estos cambios? En la era digital, somos nosotros, los usuarios, quienes estamos al mando dirigiendo el timón, claramente. La verdadera importancia de lo digital para el negocio no es la aparición de esas tecnologías sino sobre todo el empowerment de la gente –clientes, consumidores o empleados– para hacer cosas increíbles. Y este potencial increíble que adquieren las personas a través de lo digital no se detiene sólo en algunos modelos de negocio por todos conocidos (Uber, Ebay, Spotify, Netflix), sino que alcanza también a comunidades, países y al mundo el general.

 

Cada consumidor, cada cliente, es poderoso e influyente. Hoy en día se dispone de una cantidad infinita de información valiosa para elegir un producto o un servicio. Cada consumidor por si sólo e incluso más si lo hacen colectivamente puede influir de forma cada vez más inmediata en el precio, la evolución y en definitiva el éxito y durabilidad de los artículos. Una vez ha comprado, su poder es si cabe mayor ya que puede recomendarlos, hasta ensalzarlos o cuestionarlos entre sus seguidores y puede sin duda reclamar públicamente con el consiguiente impacto.

 

Pero lo más interesante es que los consumidores y sus redes de influencia están generando verdaderas alternativas a los negocios establecidos.  Han decidido aprender de sus experiencias y reinventar los modelos para que otros les sigan: Internet, las excelentes comunicaciones y las aplicaciones disponibles en la nube de una manera flexible…nos convierten en emprendedores sin límites. En un mundo cada vez más global y sin barreras tecnológicas, la creatividad es casi nuestro único límite: ¿Quien dijo que siempre haría falta hoteles para crear una red de alojamientos en el mundo? ¿En qué medida es indispensable acudir a la Banca para hacer intercambios, pequeñas inversiones o prestamos?

 

En algunas de las encuestas realizadas a los CIOs y CEOS de grandes empresas respecto a su estrategia digital, se llega a una conclusión fundamental y es que no hay “fórmulas mágicas para transformar su negocio, pero sí mucha urgencia”. No existen patrones claros, por eso, el verdadero reto es precisamente saber qué preguntas hacer y saber distinguir entre lo que de verdad importa y lo que no importa. Se necesita por tanto una mente abierta y dedicar tiempo de calidad en nuestras agendas para pensar en innovación, transformación del talento y en la mejora del negocio actual. Y para ello se necesita sobre todo la ayuda de los partners y asesores tecnológicos que ayuden a reflexionar y a ejecutar los cambios.

 

Si como parece, las organizaciones necesitan dedicar su atención a esta nueva realidad, esto significa que necesitamos una generación bien preparada de especialistas comerciales, consultores y técnicos capaces de ayudarles a innovar y explorar nuevas ideas para el negocio de uso creativo de la tecnología, lo cual va a ser cada vez más crítico como elemento diferenciador de los negocios. Personas capaces de escuchar y retar a sus clientes y que sepan conectar las tecnologías emergentes a las necesidades reales de los negocios.

 

Esas profesiones tienen que liderar desde el ejemplo y el conocimiento, poner a prueba las ideas y experiencias del pasado y ayudar a sus clientes a crear una nueva realidad competitiva… y es que uno de los retos de muchas empresas es que la inercia del día a día no retrase o paralice la transformación hasta que sea demasiado tarde.

 

Aprender, mejorar, crecer y cambiar es un reto y una obligación permanente que requiere proactividad y agilidad y esto nos aplica a todos y sobre todo a los que trabajamos en compañías tecnológicas liderando la transformación.

 

Artículo escrito por Ana Lledó, VP Regional Portfolio and Americas at BT Global Services.

 

 

 


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